Ser freelance hoy día casi que es una tendencia. Un buen conocimiento sobre el diseño y el manejo de los respectivos programas para realizar trabajos digitales e impresos sumado a la idea de ser «dueños de su tiempo», ser sus «propios jefes», una libertad que se basa en organización y responsabilidad ha creado una nueva condición laboral para quienes prefieren trabajar por su cuenta, o en su defecto, para otros que quieren resaltar la motivación por lo empírico y se lanzan al mundo de la creación y la publicidad.
Pues bueno, para algunos diseñadores gráficos y publicistas, no es tan conveniente esta «inclusión» gremial poco profesional de quienes emergen en este mercado sin título en mano. Aún así, el beneficio de la duda se da por bien servido para algunos de ellos, en páginas como Behance o incluso en un caso más cercano Creativos Colombianos en donde se destacan muchos trabajos realizados por personas en actual formación o con un nivel experimental y práctico excepcional.
De cualquier manera, la pelea entre lo profesional y lo empírico termina siendo de carácter crematístico (económico). Pues si bien en las Universidades y diferentes escuelas de formación educan no sólo en lo teórico y lo práctico, sino también en algo esencial como los costos promedios y reales de los diferentes proyectos a realizar, en la llamada «Universidad de la vida» no es así, y generalmente tienen una inclinación hacia lo módico aludiendo al hecho del inexistente cartón o por estar «cortos de efectivo», terminan abaratando el producto y se convierte en una devaluación constante del trabajo de toda una comunidad, lo que está no muy bien visto desde el cliente (genera desconfianza) y desde sus colegas diseñadores o publicistas.
En cualquier caso, siempre es mejor estar bien informado, para evitar cualquier traspiés a la hora de cotizar, cabe recordar que el ser parte de la dinámica freelance significa también que la retribución no es en función del tiempo empleado sino del resultado obtenido, por lo que los costos, aunque flexibles, deben mantenerse en pro del bienestar colectivo.
Aquí comparto entonces un descargable de ADGORA (Asosiación Colombiana de la Industria Publicitaria) sobre las tarifas mínimas promedio que se manejan en Colombia para cualquier tipo de publicidad, diseño, mercadeo y fotografía.
Los valores dentro de esta guía están sujetos a cambios según el plano profesional o empírico donde se vaya a utilizar. La actualización de esta lista estará para mediados de este año, mientras tanto sigue siendo una buena herramienta para no «prostituir» su trabajo.
leMuá 